lunes, 22 de septiembre de 2008

No instantánea



Si acerco la vieja cámara de fotos al ojo y me tapo con un trapo la cabeza
puedo ver unas pequeñas manos femeninas
sensibles al mínimo roce
tiemblan
aletean y giran
dan vueltas en el aire
como si tuvieran la palabra justa
y quisieran soltarla
lejos
incierta.
Si la alejo y el trapo se descorre
veo dos manos olvidadas como dos nueces
después de actuar de carabelas de Colón.
Si la acerco otra vez
con todo el ímpetu del cuerpo y el trapo se vuela
solo veo manos que se ocupan
firmes y seguras
a que algo se revele
en una copia no instantánea.

Graciela Vega